Hoy contamos con Nuria Azancot, periodista para El Cultural que redactó un fantástico e interesante artículo sobre nuestro cuentista favorito, Catá. Reconocida por escribir sobre autores y obras, es un magnífico ejemplo de la dedicación literaria y periodística que nos ha dedicado un hueco para contestar a unas preguntas sobre El Príncipe del Cuento.
1. ¿Cuál fue tu experiencia leyendo a Catá?
Sentí un deslumbramiento absoluto ante un personaje de su talla, un excepcional narrador que ha sufrido un olvido injusto, fruto de nuestra ingratitud como lectores, y un ser humano que tuvo una vida apasionante desde su mismo nacimiento. Fue además el más cubano de nuestros autores, un bohemio que se formó “en la universidad de la vida y de las bibliotecas”, y que supo ganarse, según él mismo contaba, el afecto de Galdós, que le corregía sus escritos y animaba como autor, aunque muchos de sus enemigos aseguraban que quien llamaba a los periódicos y editoriales interesándose por la suerte de su recomendado no era Don Benito sino el propio Catá, imitando su voz. Anécdotas aparte, fue un espléndido fabulador, un maestro del relato, de enorme capacidad de trabajo y poderosa facilidad para la creación literaria.
2. ¿Cómo es el proceso de una periodista al escribir un artículo sobre un autor?
Supongo que hay tantos métodos como periodistas culturales. Yo procuro documentarme en profundidad, entrevistar al responsable de la edición en un caso como el de Catá, y, sobre todo, leer todas las obras que pueda localizar de ese autor, algo que las redes facilitan mucho.
3. ¿Qué te motivó para dar a conocer a autores y obras en tus artículos? ¿Crees que es importante darle voz a autores desconocidos u olvidados?
Creo que es imprescindible, porque hay una generación de excepcionales autores españoles, como el propio Catá, Maria Luisa Elio, Elisabeth Mulder, Ana María Martínez Sagi, Juan Chabás y tantos y tantas otras, cuya memoria y sobre todo, cuya obra, es necesario rescatar del olvido, para descubrir el país literario que realmente somos y, sobre todo, que pudimos llegar a ser.
4. ¿Qué es lo que destacarías de Catá, cuál sería su característica distintiva? ¿Crees que en su prosa se destaca su habilidad para escribir cuentos?
Creo que su imaginación desbordante, su capacidad fabuladora y su inquietud como escritor que le hizo experimentar fórmulas nuevas, siempre inesperadas.
5. Hiciste un apunte fundamental en tu artículo en El Cultural sobre la necesidad de rescatarle, ¿por qué crees que es así?
Porque fue un narrador espléndido, con un enorme talento fabulador y una asombrosa capacidad de trabajo, dotado especialmente para la experimentación vanguardista pero que tampoco decepciona cuando se entrega a la literatura más convencional. Y porque al ser un escritor entre dos mundos, entre Cuba y España, ha acabado diluyéndose como si nadie tuviera pleno derecho a reivindicarlo.
6. ¿Crees que el título de «El Príncipe del Cuento» le hace justicia/es adecuado para él?
Afortunadamente, la narrativa en castellano cuenta con excelentes cuentistas, pero sí, Catá podría ser uno de sus príncipes, claro, no solo por la calidad de sus relatos sino por los fértiles caminos creativos que abrió.
7. ¿Qué opinas de la temática de la locura en el autor? ¿Es relevante?
Sin duda alguna, no hay más que leer relatos como «La hermana» o «Los ojos» para descubrir el papel central de este tema en su obra, con la característica de que en su caso la locura y lo fantástico y fantasmal se confunden. Quizá porque Hernández-Catá supo vislumbrar entre realidad y fantasía, vigilia y sueño, normalidad y patología, visión y alucinación, los límites siempre movedizos entre locura y razón.
8. ¿Darías algún consejo para futuros lectores?
Que se acerquen a su obra sin prejuicios y con curiosidad, dispuestos a disfrutar de la imaginación asombrosa de un narrador (y dramaturgo, y cronista) deslumbrante, Catá no les decepcionará.
Es una delicia leerte, Nuria, por eso queremos agradecer tu presencia en nuestro humilde blog y tu ayuda para poder dar a conocer a Catá y su maravillosa prosa.
